domingo, 29 de septiembre de 2013

La segunda entrada de este blog será una continuación de la primera, en la que hablaba un poco de mi, sobretodo academicamente.
Hoy me centraré en dos de mis actividades favoritas, las cuales suelo realizar durante el fin de semana, disfrutar de una ciudad preciosa como es Granada, y sufrir (y disfrutar por supuesto) encima de una bicicleta.
Ayer empecé tarde la ruta, a eso de las 19:00, por lo que algo cercano y que nunca defrauda es la ascensión al Llano de la Perdiz y el descenso por una de sus numerosas vertientes. Lo bueno que tiene la bicicleta es que se suelen hacer muchos compañeros de fatigas, así que aunque subí solo, bajé acompañado. 
Se nos fué yendo la luz bajando a toda velocidad y cruzando un par de arroyos que cruzan las faldas del Llano. 
El final del trayecto que elegimos transcurre por el barrio del Albaicín, lo que nos regaló está increíble postal.




Sin más, os invito a que practiquéis deporte y en este caso, el ciclismo como método para desconectar y despejarse, un saludo!




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